martes, 11 de septiembre de 2012

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL ANARQUISMO EN EL MUNDO Y EL PERÚ





INTRODUCCIÓN
Estando ya en inicios del siglo XXI donde las ciencias políticas, ideas políticas y las sociedades tienden a cambiar algunos aspectos ideológicos y  tras algunas consideraciones generales, entramos al análisis del movimiento anarquista, procurando entregar información poco conocida, contribuciones de algunos pensadores más reconocidos.  La presente monografía  recopila  y  analiza para ver qué papel protagónico  e  importante ocasiono el anarquismo en el desarrollo de las sociedades históricamente es menester señalar que nuestro informe  tiene un enfoque a la ideología que desarrollo este movimiento
El capítulo I: EL ORIGEN DEL ANARQUISMO trata de englobar el  desarrollo histórico  que  surge como una propuestas del socialismo utópico. Para luchar contra la injusticia social y fue  calando en las clases más desfavorecidas; donde analizaremos las ideas mentadas por BAKUNIN y PROCOCKY.
El capítulo II: DESARROLLO MUNDIAL; básicamente como se dio el anarquismo en España  que éste adquirió más base popular, más arraigo e influencia que en el resto del mundo y Rusia con el hecho de la revolución Rusa.
El capítulo III: INFLUENCIA EN AMERICA LATINA; estamos señalando el anarquismo en Cuba, Chile, Argentina en el que se desarrollo mas, Uruguay; y en Perú como máximo representante MANUEL GONZALES PRADA.Lo que desea el grupo con esta Monografía es tratar de que los lectores entiendan, comprendan y den la respectiva importancia al anarquismo.
El autor.




CAPÍTULO I

ORIGEN
1.1         ANARQUISMO
Etimológicamente  se puede conceptualizar como: “contrario a la autoridad”[1] aunque tiene una significación múltiple y puede ser considerado como:
a)    Como una teoría científica:
En el sentido científico, el anarquismo es la negación de todo dominio, sometimiento de un hombre o grupo, a este aspecto negativo suele ir ligado uno o más positivos: individualismo materialista o ético, o un individualismo cultural o religioso y a veces también el comunismo, aunque no hay definición clara de la idea, aun en los anarquistas más renombrados, ella va frecuentemente mezclada a pensamientos análogos y contradictorios.
b)   Como una concepción del mundo:
Señalada como un principio o teoría de la vida y de la conducta en la que la sociedad es concebida sin gobierno y sin coacciones, ahí donde la armonía se obtiene sin sumisión de la ley u obediencia de la autoridad, mediante los acuerdos voluntarios de los diferentes grupos sociales  libremente constituidos para las diversas necesidades y aspiraciones humanas, donde sustituyen al estado en todas sus funciones ligados en federaciones (locales, regionales, nacionales e internacionales) cumpliendo toda clase de propósitos como: producción, consumo, comercio, higiene, educación,  y relacionados con las necesidades morales e intelectuales, científicas, artísticas, literarias y sociales. La sociedad se constituye bajo una armonía social y a un progreso indefinido gracias a los constantes reajustes que mantendrán el equilibrio dentro de las situaciones cambiantes de la vida.

c)    Como un estado social al que se aspira:
El hombre estaría guiado  en sus acciones por su propia comprensión, obteniendo un pleno desenvolvimiento de sus facultades, alcanzando una personalidad, que no se puede lograr bajo cualquier sistema, sin excluir ni a los sistemas socialistas, ni al denominado estado popular.
Los escritores anarquistas no ven como utópico sus concepciones ni las consideran construidas a priori[2]
Sostienen también que la supresión  del gobierno reforzaría el proceso de las técnicas modernas para el bienestar económico-social.
Las teorías anarquistas se fundan en una premisa de que todo orden social es imperfecto, por eso aspiran a conducir al hombre a una sociedad libre en lo bueno y lo justo que se realizara voluntariamente y no por intimidación, delineando un orden ético, cultural.
“un reino ideal es  donde nadie domina a los demás en el que cada uno ocupa su puesto en la vida en común” [3]
Reafirmando que no se lograra un progreso cuando existe un estado como el principal sostenedor  de un sistema sea cual fuere su forma, monarquía o república. Afirman también que el estado es el instrumento que establece los monopolios a favor de la minoría gobernante            .
Los anarquistas coinciden con los socialistas en muchos puntos mencionando que “es sistema de la propiedad privada  de la tierra, donde los capitalistas buscan incansablemente el provecho particular”[4]
Fundamentan que la  lenta evolución de la naturaleza se puede acelerar produciéndose los fenómenos conocidos con el nombre de revoluciones, atreves de ella el estado se va reduciendo mediante la acción de pequeños grupos que cada vez son más amplios.
El anarquismo durante su origen  y desarrollo busca:
·         “La igualdad social, económica y política de todos los individuos (cualquiera que sea su edad, sexo o color), cuyas consecuencias son el fin de las clases sociales, de las divisiones entre "normales" y los "desviados".
·         “La libertad de creación, única garantía real contra la uniformización, tal como puede observarse en la China maoísta o en nuestras sociedades de consumo de masa infantilizan la justicia, la igualdad y la libertad”
·         “La educación libertaria y permanente que permitirá el desarrollo más completo del individuo y no su adaptación sumisa al sistema productivo de hoy; la condición es la igualdad, desde el nacimiento, de los medios de desarrollo, es decir, de la educación e instrucción, en todos los terrenos de la ciencia, de la industria y de las artes”

1.2.        PREHISTORIA DEL ANARQUISMO.


La concepción anarquista  ha existido desde las comunidades rudimentarias y los primeros tipos urbanos de civilización Aristipo (430 a.c) señalaba que:
“El pensamiento no debería encadenarse jamás al estado”
Zenón de Creta (342 -207 a.c) el más típico representante de la filosofía anarquista repudiaba a la omnipotencia del estado, este movimiento ideológico tiene algunos continuadores en la edad media como en los primeros movimientos cristianos del siglo IV, que principalmente hacia referencia al aspecto moral, pero su expresión practica se encontró en la revolución francesa,  donde WILLIAM GODWIN intento dar formulación sistemática del anarquismo aunque solo rehuyó tal palabra como nominación de su sistema de ideas.
El primero que aplico el nombre de anarquismo  a la oposición antigubernamental fue “PROUDHON”[5]
A fines del siglo XVIII y comienzos del XIX. Surge precisamente el socialismo utópico, en el cual pueden hallarse, sin duda, importantes componentes anarquistas, en la medida en que sus metas se identifican con la construcción de una sociedad igualitaria y justa, al margen del  Estado. 
“SAINT-SIMON,  OWEN,  y  sobre  todo  FOURIER compartían  el  ideal  y  la  meta  de  un  socialismo  anti autoritario  y  no  estatal,  es  decir, libertario”[6]
Saint-Simón  anuncia  y  propicia  una  sociedad  en  que  la  administración  y  la economía pasen a manos de los productores (obreros, agricultores,  artesanos, técnicos, etc.), a quienes denomina «industriales», por  contraposición a las clases ociosas (nobles, sacerdotes, militares, burgueses, etc.).
Cierto es que Saint-Simón rechaza en absoluto la idea de la revolución social. Y no habla de «suprimir» o «abolir» el Estado sino que contempla su natural y pacífica disolución en el organismo económico “Anarquismo significo  desorden o confusión de carencia o  debilidad de la autoridad”[7]

1.3.        IDEAS DE LOS PENSADORES ANARQUISTAS:
1.3.1.   William Godwin:
William Godwin, nacido  en Inglaterra, el 3 de marzo de 1756, fue pastor en diversas iglesias disidentes
Su libro más notable, fue la Investigación acerca de la justicia política, publicada a comienzos de 1793, la cual,  Después de haber sido tan duramente atacado en los últimos años de su vida como había sido admirado cuando publicó su Investigación, murió el 7 de abril.
Abrazó como muchos de sus contemporáneos ingleses, los ideales de la Revolución Francesa, distinguiéndose de todos ellos por la lucidez y el coraje con que supo llevar hasta sus extremas consecuencias aquellas ideas y estos ideales.
“Admite el poder soberano de la razón sobre las emociones, y, aunque no cree en el libre albedrío confía en la indefinida perfectibilidad del ser humano[8]
Tiene una perspectiva de la historia humana, en cuanto historia del gobierno y del Estado, como historia  de la opresión y del crimen. Nadie, antes que él, realiza una crítica tan penetrante de las causas de la guerra y del carácter represivo  que ejerce todo Gobierno. Todo Estado concentra en sí determinado poder, tiende a conservarlo y acrecentarlo: de ahí su inevitable función bélica. William Godwin decía:
“Todo Estado desea conservar el orden, lo cual equivale a decir, mantener las cosas tal como están (los pobres, pobres; los ricos, ricos; los nobles, nobles; los plebeyos, plebeyos, etc.): de ahí su inevitable función opresora y represiva”[9]
Aunque no apela todavía a la lucha de clases o a la acción directa. Confía, de acuerdo con su formación iluminista, en la difusión de las ideas a través del libro y de la escuela y en una nueva organización social.
El carácter anarquista se hace evidente a partir de su distinción entre sociedad y Estado (gobierno): “Los hombres se asociaron al principio por causa de la asistencia mutua. No previeron que sería necesaria ninguna restricción para regular la conducta de los miembros individuales de la sociedad entre sí o hacia el todo. La necesidad de restricción nació de los errores y maldades de unos pocos”[10] convencido que La sociedad y el gobierno son distintos entre  sí  y  tienen  distintos  orígenes.  La  sociedad  se  produce  por  causa  de  nuestras necesidades  y  el  gobierno  por  causa  de  nuestras  maldades”[11]
 Señala que la sociedad es una  bendición;  el  gobierno,  aun  en  su  mejor  forma,  es  solamente  un  mal necesario. Pero que ese mal necesario debe ser progresivamente curado en el futuro. Y en el camino de esa curación está, para él “la progresiva descentralización y la instauración de Estados pequeños y de comunas autónomas”[12]

1.3.2.   Pierre Joseph Proudhon:
En el desarrollo de la Revolución Francesa se usó con frecuencia la palabra «anarquista». Los que hasta ese entonces representaban a elementos más conservadores (girondinos, etc.)
Y precisamente el primero que utilizo esta palabra fue Pierre Joseph Proudhon. Proveniente de una familia de artesanos y campesinos a quien para los marxistas es un ideólogo de la pequeña burguesía, lo cual parece  fundamentalmente falso, no sólo porque él fue el verdadero iniciador del movimiento obrero internacional autogestión, Proudhon, sin embargo, en casi todas sus obras va más allá de esta crítica, y no sólo pretende transformar la abstracta dialéctica hegeliana en un estudio de los movimientos reales de la acción humana en la sociedad y en la historia, sino que cuestiona además, como no lo hace Marx, la estructura misma del movimiento dialéctico, según Hegel lo propone. Para Proudhon, la  estructura tríadica (tesis-antítesis-síntesis) es una estructura totalitaria. En la realidad el movimiento plantea sólo antinomias, es decir, tesis y antítesis, se trata de lograr un equilibrio entre ambos términos contrarios, nunca de anularlos o de «superarlos» definitivamente en una síntesis. Propone así una dialéctica abierta y pluralista,  por oposición a la dialéctica unitaria, que se prolonga indefinidamente hacia la síntesis final.
El monismo hegeliano-marxista contrapone Proudhon un pluralismo de tipo pitagórico, que busca no la unidad de los contrarios sino una armonía o equilibrio, que es siempre fluctuante y provisorio y no implica necesariamente un paso hacia adelante. La concepción general del mundo que esta dialéctica supone es lo que ciertos historiadores han denominado un «ideo-realismo», es decir, una concepción que resulta del intento de establecer un equilibrio entre la idea y la realidad.
.
1.3.3.   Miguel Bakunin:
Nacido al noroeste de Moscú, el 20 de mayo de 1814, en el seno de una aristocrática familia rusa, decidido a llevar la revolución a los países eslavos partió hacia el
Este, asistió al Congreso de Praga, luchó con el pueblo de esta ciudad checa contra las tropas imperialistas austriacas, regresó a Berlín, y se vio envuelto en la revolución de los demócratas contra el rey de Sajonia. Hecho prisionero, Bakunin. En 1868 fundó la Alianza Internacional de la Democracia Socialista. Al año siguiente la disolvió públicamente para integrarla en la Asociación Internacional de Trabajadores, si podemos mencionar una de sus tantas obras que influyeron bastante en la ideología de sus seguidores fue Dios y el Estado  “Nuestros primeros antepasados, nuestros adanes y vuestras evas, fueron, si no gorilas, al menos en un grado infinitamente más grande que los animales de todas las otras especies, de dos facultades preciosas: la facultad de pensar y la facultad, la necesidad de rebelarse”[13]
Bakunin fundamenta su socialismo federalista y anti autoritario en una posición materialista que fluctúa entre el positivismo comteano y la dialéctica de origen hegeliano.  Estrictamente determinista y definidamente ateo (o mejor, «antiteologista», según él mismo dice), “concibe la libertad humana como dominio ejercido sobre la propia naturaleza por la observación de las leyes, como independencia frente al poder despótico de los hombres y como organización reflexiva de la sociedad de acuerdo con las leyes naturales”[14]
Sostiene que el socialismo, no podrá realizarse sino a través de una revolución proletaria, necesariamente violenta (dados los caracteres de la burguesía y del Estado), equivale a la toma de la tierra y de los instrumentos de trabajo por parte de los trabajadores. Se trata de transferir a la sociedad (aunque no al Estado) los medios de producción. Por otra parte, todos los hombres estarán obligados a trabajar. A cada uno se le exigirá lo que según su capacidad, física e intelectual, sea capaz de dar; y a cada uno se le retribuirá también de acuerdo con lo que efectivamente ha dado.
Bakunin es así partidario del colectivismo, conserva en principio el sistema del salariado y del derecho exclusivo al fruto del propio trabajo, en efecto, la lucha contra el capitalismo y la burguesía es inseparable de la lucha contra el Estado Acabar con la clase que detenta los medios de producción sin liquidar al mismo tiempo es dejar abierto el camino para la reconstrucción de la sociedad de clases y para un nuevo tipo de explotación social. Principio y meta del Estado es la conquista.  Bakunin fue, “un rebelde que en casi todas sus acciones parecía expresar los aspectos más violentos de la anarquía”[15]

1.3.4.   Pedro Kropotkin:
Pedro Alexevich Kropotkin nació en Moscú el 9 de diciembre de 1842, en el seno de una aristocrática familia rusa.
se definió contra el autoritarismo marxista también en  Londres se dedicó al estudio de la Revolución Francesa en el Museo Británico; en París intentó después, para  nuestro  pensador,  la  norma  suprema  de  toda verdadera moral.Cierto es que el hombre se mueve por el principio del placer, pero este motor no es suficiente para explicar la conducta humana
Fundamenta también que en realidad, lo que el hombre busca, más que el placer en  sí, es la expansión y el máximo florecimiento de su propia vida. Pero esto significa superar el principio hedónico, ya que la vida al expandirse significa generosidad y aun renunciamiento al placer. De este modo, una ética que parte de supuestos hedonistas se convierte en ética de la expansión vital y llega a ser la ética que el socialismo necesita. Sostiene que el principio que regulará toda la actividad económica será: de cada uno según su capacidad; a cada uno según sus necesidades. Pero la sociedad comunista no puede construirse ni podría jamás conservarse mientras exista el Estado”[16] El mero hecho de que exista un gobierno, por más proletario y provisorio que se diga, hace imposible la propiedad común; tiende a constituir una nueva clase y a reconstruir, en provecho de la misma, la propiedad privada o particular; se inclina necesariamente a reconstruir los privilegios de todo orden. Durante los últimos años de su vida, transcurridos en la URSS, estas convicciones se vieron ya plenamente confirmadas y no fue necesario que Kropotkin sobreviviera hasta alcanzar la era de Stalin para darse cuenta de que la teoría marxista de la dictadura del proletariado conduciría irremediablemente a los bolcheviques a erigir un nuevo e inaudito modelo de totalitarismo, donde el socialismo brillara por su ausencia.

 CAPITULO II
DESARROLLO MUNDIAL
2.1. EL ANARQUISMO EN ESPAÑA.
“La libertad es la puesta abierta hacia el infinito y el bienestar de la humanidad”
En España continuaban el analfabetismo, y las profundas desigualdades sociales sin que las autoridades, la iglesia y la burguesía pongan fin a este problema que afectaba a gran parte de la clase desfavorecida  desde el primer día hubo una formación clara y concreta del anarquismo, éste adquirió más base popular, más arraigo e influencia que en el resto del mundo y trato de dar solución a sus problemas internos.
Los que han examinado el fenómeno como sesión simplista, han deducido que prendió antes y mejor en España porque en el siglo XIX, uno de los países pobres de Europa. Pero les desconcierta el hecho de que fuera en Cataluña, región tradicionalmente próspera y la más avanzada de España en todos los sentidos, donde primero se constituyeron grupos anarquistas y donde la idealidad Libertaria adquirió antes prestigio e influencia.
“Y es que en realidad, el anarquismo nada tiene que ver con el estado de atraso ni de miseria de los pueblos”[17]. Es una toma de conciencia individual que lo mismo puede producirse en el campesino iletrado que en el obrero rebelde, que en el intelectual o el aristócrata inquieto y atormentado por el problema de la justicia y de la felicidad entre los hombres. Y es precisamente hasta en las regiones más pobres, entre los hombres más ilustrados, más capaces, donde se manifiesta primero la simpatía y después la adhesión al anarquismo.
España existe, por otra parte, una gran tradición rebelde y libertaria, que nos viene de la Edad Media y que se engarza en la mezcla de razas y en la propia geografía. El pueblo español se dice que es anarquista por temperamento, por carácter, por fiereza, por amor a la libertad, por independencia, por que, confusamente, siempre ha sabido o intuido que sólo en un orden social como lo conciben los anarquistas se sentirán bien y conseguiría realizarlos plenamente.
Sin entregarnos a ninguna euforia racista, hemos de decir, sin embargo, que antes incluso antes de que llegara a España las ideas anarquistas claramente formuladas por la obra de Proudhon, había ya aparecido en España un primer periódico anarquista en 1845 «el porvenir», que editaron Ramón de la Sagra Peris y Antolín Faraldo. Este periódico apareció en Santiago de Compostela y fue suprimido por un decreto del general Narváez.
Ramón de la Sagra, su redactor principal, el primer anarquista que hubo en España por lo demás, Ramón de la Sagra, emigrado a parís victima de la persecución de Narváez, se unió a Proudhon y el ayudó a fundar su «Banca del Pueblo».
No es un secreto que cuando llegó a España Fanelli, para fundar la sección española de la primera internacional, en España existían ya grupos anarquistas, compuestos por individualistas que trabajaban en diversos sentidos, fundando Fomentos de Arte, centros de cultura o dedicándose a otras muchas actividades propagandísticas y culturales. Como existían ya las llamadas Sociedades Obreras de Resistencia al Capital, que fueron los primeros núcleos organizados de la internacional.
Por lo demás, la mayor parte de los federales de la época como Joarizti, Bohórquez, Pi y Margall y tantos otros, sintieron simpatías por el anarquismo, y su concepción de la república por la que combatían difería mucho de lo que fue proclamada en 1871 y que tan efímera vida tuvo.
El anarquismo español poseyó desde sus orígenes, muchos y muy interesantes hombres, en los que se confundieron todas las clases sociales, desde médicos como los doctores Soriano, García Viñas, y Gaspar Sentiñon, a obreros tipógrafos como Anselmo Lorenzo y Rafael Farga Pellicer, pasando por campesinos como Francisco Rubio, de Montejaque.
Estos hombres, desde el primer día, hicieron suya la convicción de Bakunin de que era entre los trabajadores donde debían sembrarse las ideas libertarias porque era la fuerza del proletariado organizado la sola que podría, en un mañana que se esforzaban de aproximar lo más posible, destruir la sociedad capitalista e instaurar una sociedad sin clases.
Se ahí que las figuras más señeras del movimiento obrero, lo mismo antes de la internacional que después de ella, actuaron entre los trabajadores y se confundieron entre ellos. Más tarde, esta posición, históricamente sostenida durante medio siglo, fue defendida con el nombre de anarcosindicalismo.
Otro fenómeno curioso y que debe ser destacado, cuando del anarquismo en España se habla, es que, así como los demás países la preocupación por las formas de organización de la sociedad no acostumbrada a ser motivo ni tema de discusión en Congresos, en España constantemente ello les preocupaba Quizá porque es el país donde más cerca y más viable hemos visto la realización de una sociedad libertaria, por su impregnación del ambiente y porque las propias evoluciones de su historia en diversos momentos nos han hecho esperar un cambio posible. Los anarquistas cuestionaron la estrategia de poder político y estatal porque estaban en contra del poder y del Estado. Postulaban la sociedad sin clases y sin Estado. Estaban contra todo autoritarismo y combatían frontalmente a la Iglesia. Los partidarios de Marx estaban de acuerdo con muchos de estos postulados estratégicos, apreciación que los llevó a hacer ciertas concesiones a los anarquistas”[18],
Pero no podían ceder en lo fundamental: la necesidad de la lucha política de clase para derrocar precisamente a la clase enemiga. Los anarquistas no presentaban, en este punto clave, ninguna alternativa factible. Planteaban la sociedad sin clases pero no ofrecían ningún camino viable para alcanzarla, sólo la organización sindical y una eventual huelga general, que tampoco tenía una salida política clara.
La división entre marxistas y anarquistas, que culminó en la disolución de la I-Internacional en la década de 1870, influyó de manera decisiva no sólo en el movimiento obrero europeo sino en las primeras organizaciones sindicales que se formaron en América Latina.


              CAPÍTULO III
INFLUENCIA EN LATINOAMERICA
3.1.       GENERALIDADES
A mediados del siglo XIX surgieron los socialistas utópicos, de quienes Engels dijo en su juventud: “nos orgullecemos de descender de Saint-Simon, Fourier y Owen. Algunos izquierdistas han menospreciado la importancia histórica y política del socialismo utópico, sin advertir que Marx y Engels rescataron aspectos estratégicos relevantes de la sociedad alternativa diseñada por sus teóricos”[19]. Los socialistas utópicos, a diferencia de los creadores de utopías anteriores, como Thomas Moro, surgieron de la sociedad industrial urbana.
3.2.       ANARQUISMO EN CUBA
El anarquismo contribuyó en 1885 a la creación del Círculo de Trabajadores de La Habana, orientado por el ácrata Messonier, que promovió 2 años un Congreso. “El principal teórico del anarquismo cubano fue Enrique Roig San Martín. Fue un gran luchador en defensa de la clase trabajadora, pero no comprendió la necesidad de relacionar la lucha obrera con la independencia política, aunque en sus últimos años fue partidario de la ruptura del nexo colonial”[20]
Dirigió uno de los primeros periódicos obreros, El Productor, de 1887 a 1889. Una de las cosas curiosas de este anarquista fue su posición favorable a la fundación de un partido: “Sólo la creación de un poderoso partido obrero, como lo hemos aconsejado repetidas veces, será bastante fuerte para tener a raya la ambición de nuestros eternos explotadores .Pero un partido en el cual se haga abstracción por completo de todo elemento ajeno a nuestros privativos intereses, un partido esencialmente obrero.
3.3.       ANARQUISMO EN ARGENTINA
El anarquismo alcanzó su más alto grado de organización. La Federación Obrera Regional Argentina (FORA), con más de 200.000 afiliados en 1915 se constituyó en la organización anarquista más poderosa de América Latina. “La Protesta Humana” del 18 de octubre de 1902 señalaba el ideario anarquista: “El socialismo libertario, iniciado por Proudhon y desarrollado por Bakunin, pretende la realización del ideal socialista por medios directos, francamente revolucionarios, sin admitir la lucha política, que cree inmoral y enervante, y sin recurrir a la intermediación de un estado obrero que considera perjudicial y peligroso  “Los socialistas libertarios considerando que el Estado es poder, que poder es tiranía, y que la tiranía es la negación de la libertad humana, dejan a la libre iniciativa de los individuos y de las colectividades lo que los legalistas pretenden encomendar al Estado”[21].
3.4.       ANARQUISMO EN EL PERU
También ejerció una vasta influencia en el movimiento campesino e indígena. Respaldaron a la Federación de Obreros Panaderos “Estrella del Sur” (1904) y a los portuarios de El Callao. En 1907, los hermanos Lévano y otros trabajadores, como Romilio Quesada y Luis Felipe Grillo fundaron, junto con el grupo “Humanidad”, el Centro de Estudios Sociales “Primero de Mayo”. El anarquista Julio Reynaga contribuyó a organizar a los obreros azucareros de Trujillo, al norte de Perú. Luego surgió el grupo de “Luchadores de la Verdad”, orientado por Abraham Guerrero, obrero de la construcción, creador del periódico”La Protesta”. Esta consecuente labor culminó en la creación de la Federación Obrera Regional Peruana en 1913, año de la primera huelga general. En 1919, anarquistas contribuyeron a la fundación del Comité Pro-abaratamiento de la Subsistencia, liderado por el ebanista Nicolás Gutarra.
Su principal portaestandarte fue Manuel González Prada, quien escribió en los periódicos anarquistas “Simiente Roja”, “El Hambriento”, “Redención”, “La Antorcha”, “El Rebelde” y “El Ariete”. Sus artículos escritos entre 1904 y 1909, fueron reunidos en 1936 en un libro titulado Anarquía. En Hora de Lucha, manifestaba: “No se concibe un revolucionario a medias; quien lucha por el individuo contra el Estado, tiene que luchar por el individuo contra la iglesia[22]
Cuando Diderot daba el consejo de ‘ahorcar el último rey con los intestinos del último sacerdote’, expresaba gráficamente la idea de emprender una acción doble o paralela sin divorciar las cuestiones religiosas de las cuestiones políticas”.
González Prada se preocupó de la relación etnia-clase, poniendo al desnudo la explotación de los indígenas y las diferentes manifestaciones de discriminación “racial”. Este notable escritor, admirado por Mariátegui, quien tomó sus banderas indigenistas, combinaba su actividad campesina con diversas tareas en el movimiento obrero. Orador principal en el acto del 1º de mayo de 1905, en Lima junto a Manuel Caracciolo Lévano, anarquista de origen italiano. La Federación Anarquista del Perú manifestaba: “En 1904, debido al tesón de los compañeros anarcosindicalistas Caracciolo Lévano, Fidel García Gacitúa, Urmanechea y Delfín Lévano, hijo de Caracciolo, se organizó la Unión de Trabajadores Panaderos.
En 1906, apareció en Lima el periódico “Humanidad”.
Los anarcosindicalistas contribuyeron a crear en 1919 la Primera Central Sindical peruana, de preponderante actuación en la huelga general de ese año por la conquista de la jornada de 8 horas. “Se nos viene la comuna, exclamaron miembros del gobierno ministerial de José Pardo”.
Los anarquistas ejercieron gran influencia hasta principios de los años 20, en que comenzaron a ser desplazados por el aprismo y los socialistas revolucionarios de Mariátegui.

3.4.1  MANUEL GONZALES PRADA
Todos los historiadores mencionan el papel determinante de Manuel González Prada en la formación ideológica de los trabajadores del Perú, pero hasta ahora no ha sido analizado detenidamente el tenor de su contribución vi. Desde fines de los años 1880, González Prada se había ganado una fama de inconforme opuesto a las oligarquías, al caudillismo y al clero. Cuando regresó de Europa, en 1898, su popularidad fue creciendo a causa del tono muy radical de sus críticas a los poderes establecidos. En su discurso de agosto de 1898 en el local de la Unión Nacional, el ensayista había designado al obrero y al campesino como la parte sana del país. La semana siguiente, un amigo le invitó a dar otra conferencia en la Liga de Librepensadores que fue impedida por el gobierno. Ideológicamente, los dos hombres evolucionaron de forma parecida, pasando del liberalismo radical al anarquismo, del cual fueron unos de los primeros propagandistas en Lima. La Liga desempeñaba un papel de educación popular y concientización política mediante reuniones públicas en las que participaban intelectuales y trabajadores. G. Prada escribió algunos artículos para el semanario. “El Libre Pensamiento, el órgano de la Liga VII, pero a partir de 1902, el escritor estrechó sus relaciones con los círculos obreros y parece que estuvo en contacto epistolar con varios líderes provincianos”[23].



CONCLUSIONES
1)    El anarquismo se ha elaborado a partir de un conjunto variado de experiencias y de reflexiones particulares. Por abstracción y generalización, se ha transformado en una teoría que propone nuevas hipótesis y nuevos métodos. Estos deben ser verificados y renovados, considerando todas las experiencias que se producen en el devenir social, Una justa interpretación, proposiciones fecundas, es el esfuerzo que hace el grupo humano para indicar que una teoría, cualquiera sea ésta, puede ser considerada como el motor esencial y determinante del devenir. No obstante una teoría coherente, evolutiva, prospectiva, es indispensable para la eficacia de una acción prolongada. los aportes de grandes pensadores que trataron de justificar la contrariedad a la autoridad o autoritarismo,  poniendo por encima de todas la libertad del ser humano como parte elemental de nuestra sociedad.
2)    La evolución del anarquismo en muchos países de Europa donde llego  a su máxima expresión ideológica, buscando la  reconstrucción económica  de la  sociedad,  sobre principios nuevos, aun sobre principios anarquistas que coadyuvaron al desarrollo histórico.
3)    “a cada uno según sus necesidades”.  Era el lema de grandes pensadores anarquistas que a lo largo del tiempo y espacio buscaron que se aplique una política más igualitaria en función de sus necesidades; Latinoamérica no fue ajeno a la ideología anarquista y sobretodo el Perú que tuvo como  exponente  MANUEL GONZALES PRADA, personaje más nacionalista que tuvo el Perú hasta nuestros tiempos.


[1] PRIETO JUSTO. Diccionario enciclopédico Jurídico Anar. edición 1910. Pág. 684
[2] PRIETO JUSTO. Diccionario enciclopédico Jurídico Anar. edición 1910. Pág. 684
[3] PRIETO JUSTO. Diccionario enciclopédico Jurídico Anar. Edición 1910.Pág. 685
[4] Ibíd., Pág. 685
Ídem
[5] Proudhon nació en Besancon, en el Franco Condado, el 15 de enero de 1809 y murió en Passy, el 19 de enero de 1865.
[6] ÁNGEL J. CAPPELLETTI. La ideología anarquista,  Madrid, 1983 Pág. 32.
[7] PRIETO JUSTO. Diccionario enciclopédico Jurídico Anar. edición 1910. Pág. 684.
[8] ÁNGEL J. CAPPELLETTI. La ideología anarquista,  Madrid, 1983 Pág. 35.
[9] Ibíd. Pág. 35
  Ídem.
[10] ÁNGEL J. CAPPELLETTI .Óp. cit., Pág. 35
 
[11] ÁNGEL J. CAPPELLETTI. La ideología anarquista,  Madrid, 1983 Pág35.
[12] Ibíd., Pág35. 
   Ídem

[13] MIGUEL BAKUNIN Dios y Estado edición 1867. Pág. 01
[14] ÁNGEL J. CAPPELLETTI. La ideología anarquista,  Madrid, 1983 Pág. 46.
[15] ÁNGEL J. CAPPELLETTI. La ideología anarquista,  Madrid, 1983 Pág. 48.
[16] ÁNGEL J. CAPPELLETTI. La ideología anarquista,  Madrid, 1983 Pág. 53.
[17] ÁNGEL J. CAPPELLETTI,   El Anarquismo, pág. 112
[18] LUIS VITALE Contribución A Una  Historia Del Anarquismo En América Latina, Santiago 1998. Pág.6
[19] LUIS VITALE Contribución A Una  Historia Del Anarquismo En América Latina, Santiago 1998. Pág.2
[20] LUIS VITALE, Contribución A Historia Del Anarquismo En América Latina, pág.5
[21]  LUIS VITALE, Contribución A Historia Del Anarquismo En América Latina, pág.8

[22] MANUEL GONZALES PRADA, Horas de Lucha .Perú 1904. Pág. 106
[23] LUIS VITALE, Contribución A Historia Del Anarquismo En América Latina, pág.12

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